Por la presente se propone cambiar el desarrollo de las prácticas de tiro policial que se vienen impartiendo hasta ahora según el Acuerdo Marco fuera del horario laboral y durante los días de descanso de los policías, por consiguiente, en detrimento de ese descanso y del propio servicio. Se apuesta, por tanto, por unas jornadas de tiro integradas en el mismo horario laboral tal y como las vienen realizando los demás cuerpos de seguridad, atendiendo a los siguientes criterios:
Escalonamiento en la práctica para evitar aglutinamiento y “tiempos de espera” innecesarios a los participantes de forma que se optimice dicho tiempo y no se creen situaciones de riesgo propias de este tipo de prácticas.
Aprendizaje en pequeños grupos, como máximo cuatro o cinco agentes, apostando por una formación individualizada y personalizada.
Recorte del tiempo formativo empleado al tiro propiamente dicho, es decir, es innecesario emplear cinco horas para dicha práctica, por lo que con menos de la mitad sería suficiente.
Como complemento a dichas prácticas (en otro momento y en la propia Jefatura), y siguiendo las recomendaciones de los Instructores de Tiro, podría señalarse, por ejemplo, otras acciones formativas, como: nociones puntuales de teoría; práctica de tiro en vacío; enfundar y desenfundar; engrilletamientos; intervención policial; casos prácticos en general; etc.
Presencia en todo momento y durante el desarrollo de las jornadas de tiro de una dotación médica en el lugar de las mismas.
En la misma línea, y con el objeto de mejorar la capacidad de repeler cualquier tipo de situación extrema en donde se tenga que usar el arma de fuego, se propone además dos jornadas de tiro voluntarias para aquellos agentes, que por las razones que sean, puedan necesitarlas y mejorar así su capacidad de respuesta ante supuestos eventos. Tales prácticas voluntarias se argumentan en los siguientes puntos:
Si bien es cierto que en nuestra localidad se vienen realizando dos jornadas anuales de tiro policial -a diferencia de otras localidades que ni si quiera las promueven- hemos de decir que no podemos conformarnos y debemos de exigir a quien corresponda más y mejor equipamiento (galería propia) en aras de poder prestar un servicio cada vez más complicado en los tiempos que corren.
Tal y como se plantean las actuales jornadas, dos veces al año (abril/noviembre), por razones obvias del descanso por vacaciones o por la propia salud, algunos agentes pierden una práctica de tiro o bien las dos si se dan ambas circunstancias, mermando así la formación continua en esta materia que tan imprescindible resulta para el desempeño integral de nuestras funciones.
Parte de la plantilla no obtiene buenas calificaciones en las jornadas de tiro debido principalmente a que le falta más práctica y más atención personalizada en las mismas, signo ineludible de que algo falla.
Los Agentes de nuevo ingreso pasan varios meses sin practicar con su nueva arma desde que se les dota hasta que van a la primera jornada de tiro.
Con las prácticas voluntarias se complementarían las ya existentes y servirían para elevar el nivel de pericia en el manejo de las armas en toda la plantilla, dotando a la ciudad de Lucena de un servicio de mejor calidad.
Estas jornadas voluntarias se celebrarían de forma que cada tres meses, y para todo aquel que estuviera dispuesto, pudiera realizar una práctica de tiro (cuatro al año: dos obligatorias y dos voluntarias), consiguiendo dar continuidad formativa a esta materia tan delicada.
Para tal fin hace falta el compromiso de las dos partes (Delegación de Seguridad/Jefatura y Agentes):
Los Agentes se comprometerían a apuntarse previamente en un listado facilitado por la Jefatura con el fin de que se consiga un quórum mínimo y sea más provechosa la jornada.
Los Agentes participantes estarían a cargo del correspondiente Instructor de Tiro como si de una práctica obligatoria se tratara, estando en todo momento a su disposición.
Los Agentes efectuarían tales prácticas a ser posible en horario laboral, y si no pudiera ser, por su carácter voluntario, sería en horario de descanso. Así mismo, la munición empleada correría a cargo de cada cuál.
La Delegación de Seguridad Ciudadana autorizaría tales prácticas en el sentido de que como son extraordinarias y no oficiales, se pudieran utilizar las armas reglamentarias para tal fin.
La Jefatura pondría a disposición de tales prácticas los correspondientes Instructores de Tiro con el objeto de que velen en todo momento por la idoneidad y seguridad de las mismas, pretendiendo siempre su aprovechamiento. Así mismo, esta Jefatura compensará como mejor vea conveniente, con el visto bueno del Delegado de Seguridad Ciudadana, la labor de sus instructores (descanso u horas extraordinarias).
Presencia en todo momento y durante el desarrollo de las jornadas de tiro de una dotación médica en el lugar de las mismas.
Sin otro particular de querer contribuir al desempeño de la función policial de forma digna y eficaz, se hace patente la necesidad de dar respuesta a todas aquellas inquietudes que emanan precisamente de “llevar colgada un arma”, cuando la propia Administración te presupone capaz de solventar cualquier problema que surja.
Lucena 13 de octubre de 2009
El Representante de la USO en el Consejo de Policía Local.
Fd. Antonio Santiago López
SR. CONCEJAL-DELEGADO DE SEGURIDAD CIUDADANA.
Escalonamiento en la práctica para evitar aglutinamiento y “tiempos de espera” innecesarios a los participantes de forma que se optimice dicho tiempo y no se creen situaciones de riesgo propias de este tipo de prácticas.
Aprendizaje en pequeños grupos, como máximo cuatro o cinco agentes, apostando por una formación individualizada y personalizada.
Recorte del tiempo formativo empleado al tiro propiamente dicho, es decir, es innecesario emplear cinco horas para dicha práctica, por lo que con menos de la mitad sería suficiente.
Como complemento a dichas prácticas (en otro momento y en la propia Jefatura), y siguiendo las recomendaciones de los Instructores de Tiro, podría señalarse, por ejemplo, otras acciones formativas, como: nociones puntuales de teoría; práctica de tiro en vacío; enfundar y desenfundar; engrilletamientos; intervención policial; casos prácticos en general; etc.
Presencia en todo momento y durante el desarrollo de las jornadas de tiro de una dotación médica en el lugar de las mismas.
En la misma línea, y con el objeto de mejorar la capacidad de repeler cualquier tipo de situación extrema en donde se tenga que usar el arma de fuego, se propone además dos jornadas de tiro voluntarias para aquellos agentes, que por las razones que sean, puedan necesitarlas y mejorar así su capacidad de respuesta ante supuestos eventos. Tales prácticas voluntarias se argumentan en los siguientes puntos:
Si bien es cierto que en nuestra localidad se vienen realizando dos jornadas anuales de tiro policial -a diferencia de otras localidades que ni si quiera las promueven- hemos de decir que no podemos conformarnos y debemos de exigir a quien corresponda más y mejor equipamiento (galería propia) en aras de poder prestar un servicio cada vez más complicado en los tiempos que corren.
Tal y como se plantean las actuales jornadas, dos veces al año (abril/noviembre), por razones obvias del descanso por vacaciones o por la propia salud, algunos agentes pierden una práctica de tiro o bien las dos si se dan ambas circunstancias, mermando así la formación continua en esta materia que tan imprescindible resulta para el desempeño integral de nuestras funciones.
Parte de la plantilla no obtiene buenas calificaciones en las jornadas de tiro debido principalmente a que le falta más práctica y más atención personalizada en las mismas, signo ineludible de que algo falla.
Los Agentes de nuevo ingreso pasan varios meses sin practicar con su nueva arma desde que se les dota hasta que van a la primera jornada de tiro.
Con las prácticas voluntarias se complementarían las ya existentes y servirían para elevar el nivel de pericia en el manejo de las armas en toda la plantilla, dotando a la ciudad de Lucena de un servicio de mejor calidad.
Estas jornadas voluntarias se celebrarían de forma que cada tres meses, y para todo aquel que estuviera dispuesto, pudiera realizar una práctica de tiro (cuatro al año: dos obligatorias y dos voluntarias), consiguiendo dar continuidad formativa a esta materia tan delicada.
Para tal fin hace falta el compromiso de las dos partes (Delegación de Seguridad/Jefatura y Agentes):
Los Agentes se comprometerían a apuntarse previamente en un listado facilitado por la Jefatura con el fin de que se consiga un quórum mínimo y sea más provechosa la jornada.
Los Agentes participantes estarían a cargo del correspondiente Instructor de Tiro como si de una práctica obligatoria se tratara, estando en todo momento a su disposición.
Los Agentes efectuarían tales prácticas a ser posible en horario laboral, y si no pudiera ser, por su carácter voluntario, sería en horario de descanso. Así mismo, la munición empleada correría a cargo de cada cuál.
La Delegación de Seguridad Ciudadana autorizaría tales prácticas en el sentido de que como son extraordinarias y no oficiales, se pudieran utilizar las armas reglamentarias para tal fin.
La Jefatura pondría a disposición de tales prácticas los correspondientes Instructores de Tiro con el objeto de que velen en todo momento por la idoneidad y seguridad de las mismas, pretendiendo siempre su aprovechamiento. Así mismo, esta Jefatura compensará como mejor vea conveniente, con el visto bueno del Delegado de Seguridad Ciudadana, la labor de sus instructores (descanso u horas extraordinarias).
Presencia en todo momento y durante el desarrollo de las jornadas de tiro de una dotación médica en el lugar de las mismas.
Sin otro particular de querer contribuir al desempeño de la función policial de forma digna y eficaz, se hace patente la necesidad de dar respuesta a todas aquellas inquietudes que emanan precisamente de “llevar colgada un arma”, cuando la propia Administración te presupone capaz de solventar cualquier problema que surja.
Lucena 13 de octubre de 2009
El Representante de la USO en el Consejo de Policía Local.
Fd. Antonio Santiago López
SR. CONCEJAL-DELEGADO DE SEGURIDAD CIUDADANA.
Me parece estupenda la propuesta que hace la USO a este respecto.
ResponderEliminarA ver si se lleva a cabo, o acaba como todo en el cajón de los olvidos.
Ya era hora que se regulara de una vez por todas lo de la práctica de tiro y no que quedara al libre albedrío de los listos de turno. Nunca he entendido ni entenderé cómo se puede obligar a nadie a hacer algo en su tiempo libre de trabajo. Ni con Franco pasaba ésto.
ResponderEliminarDespues de la supresión de la Formación del complemento de Productividad hace falta una regulación urgente sobre las prácticas de tiro.
ResponderEliminarActualmente es preceptivo y obligatorio la elaboración, en el último trimestre del año, del plan de Formación del próximo año, al que deberán llegar en acuerdo Gobierno municipal y represetantes sindicales.
Este año se han celebrado las "polémicas" XXI jornadas de tiro, sin haberse aprobado dentro del plan de formación y sin estar presentes los servicios sanitarios.
Mi pregunta es: se van a celebrar tambien las XXII jornadas de tiro sin estar incluidas en el plan de formación del 2009 ?
Enhorabuena "Joe" por tu propuesta. Para mi eres un profesional como la copa de un pino. Ojalá algún día se recompense tu responsabilidad y profesionalidad.